ABRILES

Abril de 2009

Dice el refrán que las mañanicas de abril son mu güenas de dormir. Pero los camastrones, y no miro a nadie, tienen la excusa de abril porque es abril, y en mayo porque será mayo… para seguir abducidos por las sábanas, somieres y colchones más horas de la cuenta. En Semana Santa hay muchos –sigo sin mirar a nadie- que aprovechan para dormir el sueño retrasado por las obligaciones y los madrugones, a lo que se suma en bastantes ocasiones el trajín extra de seguir las procesiones por las calles de Granada, entre bullas y jaleos de calle en calle por el centro histórico de Graná. Llega uno a la casa generalmente con los pies hinchados, las procesiones cansan, y el sueño lo coge a la primera. Como son días de fiesta, hala, a dormir a la pata la llana que el despertador mañana no suena.
Hay quienes aprovechan estos días de abril para disfrutar con la familia de las primeras barbacoas, para dar una vuelta por el campo o incluso para escaparse de viaje más o menos lejos y cambiar de aires. Para recargar las pilas que se dice tópicamente. Lo que es mester, es que todos los que se fueron vuelvan, haciendo caso al consejo tantas veces repetido a la manera popular de “gasta cuidaíco en la carretera”. Una vez de vuelta a Albolote, no dejen de tener cuidado tanto los viandantes como los vehículos. La cera en las aceras y las calzadas resbala y si caen cuatro gotas (o cinco) más aún. Esta advertencia la hago especialmente para los que conducen amotillos, a los que mencionaba en el último artículo, que tienen todas las de perder con este asunto. Niño, gasta cuidaíco con el amotillo que este mes de abril luce estupendo y hay que disfrutarlo. Ya lo cantaba Carlos Cano, “abril para vivir”. Si me permiten, añadiré a la manera del maestro del Realejo que abril es para disfrutarlo, si el tiempo no lo impide. Se puede incluso para apagar la televisión y darse un paseo o un garbeo por el campo porque en abril pone el huevo la perdiz.