HALLOWEEN VS. JALOGÜIN

Albolote, noviembre de 2008

Cuando va acabando el mes de octubre, la víspera del día de Todos los Santos siempre hay en los medios noticias, comentarios o reportajes sobre Hallowe’en, esa fiesta importada del mundo anglosajón. Se dice que es una fiesta de origen celta, pero eso casi es lo de menos porque Jalogüín es una magnífica excusa para darse un garbeo y tomarse algo por ahí, mientras uno se disfraza de lo que sea.

Como el pasado primero de noviembre fue un día lluvioso -lluvia generosa para los olivos- ésta vez apenas hubo movimiento de chiquillería por las calles con el repetido “triquitrí”, que viene a ser una adaptación de la pregunta en inglés “trick or treat?”, truco o trato. Quizá haya muchos vecinos no acostumbrados a la costumbre del Halloween que prefieren no hacer caso del asunto… y al día siguiente se encuentran un huevo estrellado en la fachada.

Es lo que tienen las costumbres americanas, que nos las tomamos al pie de la letra. Fijarse ahora el pro-americanismo tan grande que hay en todos lados, tras la victoria de Obama. La televisión, sobre todo, es un gran escaparate por el que entran en todas las casas este tipo

Para otro año, me aplicaré el cuento, tendré preparada una bolsa de caramelos para los joíos niños que toquen al timbre y lo que es peor, nos hagan levantarnos de la mesa camilla, con lo agustico que se está en una mesa camilla y retrepao en el sofá.

Pero realmente en este primer artículo quería hablar de ciertas costumbres que se han ido perdiendo mientras otras nuevas se van dando, sobre todo en la gente más joven. Este asunto de

Jalogüín sirve, con un poco de ironía, para ver cómo una costumbre foránea se ha adoptado de una forma nueva de diversión que, por eso mismo, nos cuesta menos incorporar. Otra gallo cantaría si Halloween nos obligara a levantarnos a las 5 de la mañana como tanta gente hizo el último domingo de septiembre.

En esta columna mensual quiero acercarme a esos detalles sociológicos que se van trasformando, como se está renovando la fisonomía de Albolote, como está mudando el aspecto de la calle Real, como están cambiando tantas cosas a una velocidad lenta sin que reparemos en ello. Sin entrar en grandes profundidades, la cultura popular andaluza de la que Albolote forma parte con su peculiar personalidad, va olvidando algunas tradiciones e incorporando otras nuevas, e incluso se van trasformando algunas de las que ya existen: “es ley de vida”, como dice la expresión que algunas vez hemos oído. De esas leyes no escritas trataré de escribir en adelante.


Espero que sea de su agrado.

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